miércoles, 14 de septiembre de 2016

Requiem por un bandido









Cuando mi madre conoció a mi padre, este era un completo delincuente juvenil, asaltaba camiones, pedía tarifa a otros estudiantes en la escuela para poder ingresar o salir sin percances, robaba autos, se agarraba a balazos con las pandillas contrarias, era uno de los lideres de esta, se drogaba, había sido paracaidista del ejército, estuvo en algunas peleas que se desarrollaron con armas blancas, y era un bebedor y un mujeriego incorregible.

Mi madre no era muy bella, pero tenía muy buen cuerpo, cuando le presentaron a mi padre, cuenta que este simplemente la ignoró, si excluimos una rápida ojeada que le echo de la cabeza a los pies.

Con el tiempo, coincidieron más, mi padre entonces reparó en que áunque mi madre no tenía una belleza nada fuera de lo común, si tenía muy buen cuerpo, asi que mi padre decidió que ella sería lo que hoy llamamos un "free".

Mi padre sedujo a mi madre, tuvieron intimidad y para mi padre no era nada mas sino acaso una aventura, un buen cuerpo del que disfrutar, pero mi madre si se fue enamorando.

Un día, mi padre robó un auto, junto con su pandilla, y cometieron el error de pasear por las calles con el, muy cerca del lugar donde lo habían hurtado, la policia judicial los atrapó, y como el iba conduciendo, fue el responsable principal.

Fue sentenciado a dos años de cárcel, para ese tiempo mi madre estaba embarazada, cuando mi padre lo supo, el le recomendó que me abortara, ella se negó.

Corrieron a mi madre de su casa, era la norma por aquellos años, ahora las chicas pueden embarazarse sin problemas y sus padres las ayudan a ser madres solteras, compartiendo la responsabilidad, pero en ese entonces no, mi madre se refugió con una amiga, y al darme a luz buscó refugio con unos familiares en el campo.

Mi padre salió de la cárcel por fin, entonces fue a buscar a su novia, una rubia despampanante de ojos azules, cabe mencionar que en sus fotos juveniles, se nota que mi padre era muy atractivo, mala suerte, Soraya, su rubia novia ojiazul, se había casado con otro durante su estancia en la cárcel, mi padre lo molió a puñetazos, pero eso no podía cambiar el destino, lo hecho hecho estaba.

Entonces buscó a mi madre en la campiña, yo tenía entonces tres años de edad, y mi madre aceptó, me llevaron a otro lugar que es hasta donde ahora vivo, y he vivido por más de 30 años, fueron años difíciles, la violencia en el hogar afloró, mis padres tuvieron otros dos hijos, uno de los cuales, mi hermano menor,  falleció ya joven de una enfermedad severa, al final se separaron, después de 23 años de relación.

Durante ese tiempo, ya aún hasta sus edad avanzada, mi padre seguía teniendo amorios, bebiendo y vagando, viviendo su vida a su manera, según sus propias reglas, a sus 64 años tenía solo cinco canas en la cabeza, y seguía delgado, tenemos la ligera sospecha de que mando a un par de impertinentes al otro mundo durante alguna borrachera, pero eso solo el lo sabe.

Mi padre fue el mejor ejemplo de lo que yo no deseaba ser, y me marcó el camino de lo que debería evitar y mejorar, tuve muchos conflictos con el, a veces físicamente, por defender a mi madre y mis hermanos de sus agresiones, hastq que un día finalmente me impuse a el. Aún así, a el le debo mucho, el es el responsable de que a mis 41 años apenas tenga unas canas en mi cabeza, y de que aun pueda tener novias muchos años menores que yo, de que la gente me calcule menos años de los que tengo, y de que haya evitado seguir sus pasos, el fue así, pero yo no tenía porqué ser del mismo modo.

Valga este escrito para  como un homenaje a mi padre, quien partió de este mundo hace algún tiempo, y y también como un recordatorio de que los "chicos malos" gustan mucho... pese a todo.



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