miércoles, 14 de junio de 2017

Una revisión crítica del feminismo 4




Que los hombres orinen de pie y las mujeres sentadas, es cultural, es uno de los nuevos, o no tan nuevos cuestionamientos de alguna parte del feminismo.

Plantean que el que los hombres orinen de pie es algo cultural y no algo natural, y que nada impide a las mujeres orinar de pie si lo quieren.

Bueeeeeno.... Argumentos sobran, van y vienen, hay varias páginas en la red dedicadas a ello.

Pero la cosa no para ahí, sino que en algunos países, Alemania por ejemplo, en un gran porcentaje de los hogares les educa a los hombres a orinar sentados en el excusado.

Pueden buscar en la red y darse cuenta que no miento, ahi podrán leer mejor de lo que les cuente estos tipos de argumento.

Para defensa de tal postura, me han contestado, personalmente, que en algunos lugares las mujeres mayores, abuelitas, orinan de pie, como en Oaxaca, que las mujeres Tuareg aún orinan de pie protegidas por sus amplias faldas, y que en la antiguedad y hasta bien entrado el siglo xx era una práctica común, y que orinar sentados es una mejor postura que reduce el esfuerzo en el hombre, y previene algunos males futuros....

Y que los hombres al orinar de pie, ensuciamos e inodoro de una manera muy desconsiderada.

haber, la verdad es que si los hombres orinamos de pie, es porque nos es muy cómodo, te abres la bragueta, te sacas al amigo, apuntas, y ¡psss!... sale el chorrito... hasta podemos hacer dibujos con el chorro de orina si no tenemos otra cosa que hacer, y que la verdad es muy divertido, lo siento, la naturaleza no sabe de democracia, lamento en el alma, que las mujeres no posean esa habilidad, aunque habrá alguna que argumente que puede hacer lo mismo en el baño, dirigiendo el chorrito hacia un lado o el otro.

Hay un estudio que analiza la diferencia del tiempo que empleamos hombres y mujeres en hacer nuestras necesidades, y lo atribuye a una cuestión de desconsideración, lo pueden ver aquí, es un estudio muy interesante, donde estas investigadoreas británicas concluyen que las diferencias en los tiempo para hacer necesidades entre hombres y mujeres, en los cuales las mujeres ocupan el doble de tiempo, se deben a una mezcla de factores biológicos y culturales, entre ellos, la menstruación, el tener, la desconfianza a la suciedad de los baños, el acomodarse la ropa, el llevar también a los niños pequeños, el tener que acudir a un cubiculo cerrado en lugar de acudir a un mingitorio abierto, y que los hombres estamos sobreequipados con mingitorios, y que debería haber más excusados para mujeres.

sin embargo, en otras partes del mundo, Holanda, Alemania, Suecia, Dinamarca, hasta el 45 % de la población másculina se le ha acostumbrado a orinar sentado, y aún más, en España se están elaborando proyectos de ley para obligar al hombre a orinar sentado. Me parece que eso ya raya en un asalto a la privacidad.

Me parece, que la cuestión de fondo, no es en realidad que sea injusto que hombres y mujeres orinemos de forma diferente, me parece que el la cuestión de fondo es que... al orinar de pie, los hombres salpicamos o ensuciamos el arillo del retrete, algo que a ellas les molesta sobremanera, y es justo, es muy incómodo sentarse al excusado y sentir como se te mojan las nalgas con ese líquido pegajoso y de olor penetrante, frío además, lo se porque he sido víctima de mis propias salpicaduras, y entiendo a las mujeres, realmente es molesto.

Pero hay una diferencia entre ser consciente de ello, y obligarte a orinar de determinada forma, Yo soy consciente de ello, y en atención a mi novia, yo simplemente orino en el patio, Si, voy y orino en un árbol del jardín, y mi novia no tiene reparos en eso, al contrario, lo agradece, dice que en verdad valora eso porque antes ha tenido que experimentar el hecho de enfrentarse a las salpicaduras del baño, y conmigo no ocurre, alienta mis actitudes masculinas, y no le molesta para nada que orine en el patio, como buen salvaje.

¡Pero yo no tengo patio ni árboles! protestarán algunos o algunas, o visceversa, por aquello de la igualdad de genero, pues también es una cuestión de sensibilidad, cuando llego a orinar en el excusado, tngo cuidado de levantar el arillo, porque  se lo desagradable que pueden ser mis gotitas de orin, y al terminar lo bajo, y seco el mismo con un papel, de vez en cuando me da por lavarlo por si acaso, y ahsta ahora no he tenido problemas con eso, porque lo repito, es cuestión de sensibilidad, no es justo que la mujer se exponga a nuestras alegres salpicaduras por nuestro descuido.

Pero ese, repito es cuestión de sensibilidad, me parece que el problema entonces es una cuestión de diseño, nuestros actuales inodoros están mal diseñados, mi novia también piensa así, son curvos, muy bajos, estrechos, y poco profundos, me parece que en lugar de atacar al hombre, deberíamos de atacar al WC y diseñar uno mejos, y las mujeres, que son las más afectadas, ¡porque no diseñan y comercializan uno que no les dé tantos problemas, y lo mismo vale para los hombres.

Entonces, hay que atacar la carencia de más retretes en los baños públicos para mujeres, y ser sensibles y conscientes del malestar femenino, de eso, a que se nos obligue a orinar de pie, hay mucha diferencia. Es como cuando en el el viejo testameno, a los hombres les molestaba que las mujeres menstruaran y las mandaban a dormir fuera de la casa durante una semana en la que eran consideradas impuras.

En cuanto al argumento de que las mujeres podrían orinar de pie, o algunas lo hacen... mhhh... pues si, pero incluso mi madre, que al principio defendía esa postura, tuvo que aceptar que generalmente quienes lo hacen, son mujeres mayores, en los pueblos alejados, quienes no tienen reparo o pudor en traer olor a orina emanando de sus cuerpos todo el día, que seamos sinceros, el olor a orín no es muy agradable ni muy sútil, que he visto la cara de repulsión que hacen las mujeres en el transporte público a algún hombre poco higiénico que huele a orines, Ya quiero ver yo que una mujer joven, por muy feminista y liberal que sea, vaya por a calle oliendo a orines., y si es así ¿Porque no lo hacen, porque no vemos a las mujeres orinar de pi, mostrando con orgullo esas doradas gotas escurrir por sus pies mientras andan en la calle?

Alguna otra argumenta que el que orinemos de pie, los hombres, no es natural, que es cultural, y que alguien puede acostumbrarse a orinar sentado o parado, no tiene que ver con la fisiología... pero no es el único orificio que existe, está el ano, y me pregunto, teniendo una disposición, problematica y función similar a la de a uretra, o al problema que aquí estamos tratando, ¿porque nadie defeca de pie? , ¿habrá alguien que defienda eso? ¿o será porque igual que la orina, no es agradable que aquello escurra por las piernas decorando aromáticamente nuestros cuerpos? 

Finalmente, Si la mujer quiere orinar de pie, gozando de ese derecho y habilidad, pues adelante, que nada se lo impide, pero que no nos obliguen a orinar sentados, eso, es decisión nuestra.



La Alienación Parental, Preferencia por los derechos de las madres.

En un caso que recientemente ha causado revuelo en el país, una madre que pierde la patria potestad de los hijos, decide no permitir que su padre los vea, cortando toda comunicación con el, y finalmente decide matarlos, junto con los abuelos.

Y he vivido una situación similar, y algunos amigos míos también han dejado de ver a sus hijos por años, simplemente porque la madre no desea que ocurra, la madre se hace así, dueña de la vida y de la decisión de los hijos, dueña de sus mentes y sus sentimientos, y los pone emocionalmente en contra de los padres, y a pesar de ser evidente, las leyes de manera internacional no lo reconoce como una figura legal ni jurídica, mientras tanto, las madres se apropian de los hijos, y les evitan a estos ver a sus padres.

Más aún, los vuelven contra los padres, al denigrarlos, insultrlos,  e introducirles un odio y unos sentimientos que no son propios del niño, pero que es básicamente manipulado por la madre que busca castigar de este modo, psicologica y emocionalmente, de cierto modo "históricamente" al padre.

 Es un tipo de violencia, en este caso hacia el hombre, no contemplada por la ley.