domingo, 6 de octubre de 2013

Amigas, Novias y Pruebas

"Dos amigos no se quieren de la misma manera: hay uno que besa, y otro no hace más que tender la mejilla". A. Tour de la Chambly
 
 
Yo siempre he dicho que el amigo es como  la sangre a la herida: llega sin que lo llamen, y me precio de ser considerado entre mis conocidos como un amigo de verdad, no me gusta mentir (Si, si, lo se, todos mentimos en algún momento, pero procuro hacerlo en casos de verdadera necesidad), ni traicionar, y creo que soy amigo de muchos, aunque no puedo decir que ellos sean mis amigos,  y mucha gente se acerca a mi cuando busca un consejo de verdad, o los apoyo cuando nadie más los hace, eso me hace ser - hasta donde puedo ver - altamente valorado entre mis conocidos, en resumen: valoro mucho la amistad, aunque creo que solo he tenido un amigo de verdad en mi vida.
 
Dentro del amor, considero una estupidez dejar de hablarle a amigos de hace tiempo, solo porque tu pareja te lo pide, porque se cayeron mal o porque se dijeron alguna estupidez mientras giran a tu alrededor, puede parecer algo tonto, y me dirás que por supuesto, nadie deja a un amigo por un novio que no sabemos si en el futuro estará con nosotros, pero he conocido muchas personas que han dejado de hablarle a otras porque su pareja así lo pide. De pronto, el, o ella, sienten celos de un amigo, se dan cuenta que tienen intenciones de algo más que una amistad, y entonces hacen eso: piden que ya no le hablen, o se cayeron mal, al amigo piensa que esa pareja no es la mejor opción para ti, y tu pareja siente la vibra del rechazo.
 
Cuando la pareja ya lleva tiempo, eso es algo natural, la pareja llegó primero, y solicita que rechaces a esa nueva persona, lo cual es lógico y a veces válido, sin embargo, cuando la amistad es más vieja, y la pareja reciente y te pide eso, por supuesto sentimos que algo no está bien, pero en muchos casos he tenido conocidas y compañeras, así como compañeros, que dejan de lado a su amistad de tiempo en favor de la nueva pareja, esto es más delicado, y la opinión clara es que debería mandarse a la porra a la pareja, una pareja así no conviene, sin embargo, la realidad es distinta, una conocida, Leticia, acaba de dejar de hablarle a su amigo de tiempo porque su novio de hace dos semanas sospecha que ella le gusta a él, lo mismo ocurrió con Ana, el y su novio se limitan mutuamente con quien deben y con quien no deben de hablar, para mi esto es una estupidez, el amor el libertad, y una persona que te limita no debe ser considerada en serio.  Peroooooo...
 
Nunca digas de esa agua no beberé....y la realidad, repito, es diferente al ideal.... Hace unos días, mi novia, Vane, me puso una prueba de esas que ponen las mujeres, y pese a que es más joven que yo, ese instinto selector de las mujeres sale a relucir, haciendo que me de cuenta que aun una mujer joven viene cargada de fábrica con una panoplia (colección de armas) de recursos destinados a actuar como filtro para seleccionarnos, y con argumentos que ni ellas mismas saben de donde los sacan, pero que les dan magníficos resultados, y se los han dado desde hace miles y miles de años, y que solo con la experiencia los hombres podemos tratar, o que tengamos la habilidad natural de esquivarlos.
 
El caso, es que una conocida mía, Diana, a quien le compro comida de vez en cuando, y a quien tengo más de un año de conocer, estaba conmigo , Vane y otro compañero, instructor de gimnasio, el le estaba enseñando unas rutinas a ella en presencia mía y por petición de ella, así que todo estaba... digamos "controlado", en ese instante llegó Diana y al verlos, y sin saber que ella era mi novia, me hizo cara de "¿ya viste a esos dos?" Vane por supuesto, con esa habilidad propia de las mujeres de leer el lenguaje corporal sin dificultad, se dio cuenta del hecho, y a partir de ahí ambas se miraron con recelo y se lanzaron pequeños comentarios ponzoñosos, más adelante, Vane me discutió el hecho que habiéndome dado cuenta de que  ella no le había caído bien a Diana, yo le hubiera seguido hablando, lo cual para ella constituyó una ofensa y una traición, procedí a explicarle que Diana llegó de improviso, y que yo realmente no me había dado cuenta del conflicto velado y muy a lo femenino entre las dos, para Vane, yo debí de ofuscarme y enojarme con Diana.... y tenia razón.... en parte.
 
Vane, se ofuscó conmigo, con la típica escena de la chica cruzada de brazos en la calle mirando duramente a su chico, mientras el articula movimientos con las manos tratando de explicar y arreglar las cosas: Me pidió que le dejara de hablar a Diana, y aquí me enfrenté al problema que tanto detesto y critico más arriba, así que puse los naipes sobre la mesa: A Diana llevo tiempo de conocerla, y me llevo bien con ella, platicamos de muchas cosas y bromeamos, es algo criticona con todos, cuando ella no es el ejemplo de la perfección, me vende comida, y aunque no es una gran amiga, sería estúpido de mi parte dejar de hablarle, perder una "amistad" por alguien que acaba de llegar y que no se si estará conmigo mucho o poco tiempo.
 
Vane es mi novia, con ella me he llevado mejor desde el principio que con muchas otras de mis anteriores parejas, es preciosa, tiene buen cuerpo, y me dijo que busca algo serio conmigo y toda pareja no importa como empiecen, tiene el potencial de terminar en el "altar"... por decirlo de algún modo, es decir, podría convertirse con el tiempo en mi compañera en el futuro, es graciosa, no le gusta criticar a la gente y pasamos muy buenos momentos juntos, también odia la mentira ya hasta donde he podido ver es sincera.
 
 A Diana no la beso, ni pienso hacerlo, a Vane si, es obvio que dentro de poco tendré intimidad con Vane, con Diana no, Diana ya tiene tiempo que le hablo, y tenemos cierta confianza, con Vane, como toda novia, debo tratarla con más delicadeza y cuidado, aunque nunca actuar diferente de como actúo con otra gente, eso sería ser falso. Así que viendo esto, me parece que mi deber es estar con Vane, pero no sería justo actuar mal con Diana, además, dejar de hablarle sentaría un precedente peligroso en nuestra relación, ello le daría el poder de decidir en el futuro a quien le hablo y a quien no, y eso incluiría en el futuro sin duda a miembros de mi familia, y me pondría en el camino de ser un calzonazos y un macho beta.
 
Así que recurrí a mi experiencia y a toda mi inventiva para dejar las cosas lo mejor posible, le pedí que camináramos mientras platicábamos sobre el tema, se que caminando, la tensión se relaja un poco, siempre que sigas hablando del tema, de lo contrario la mujer se enoja más, se planta y te pide una solución definitiva alegando además que ya se cansó de caminar, al mismo tiempo, mi cabeza trabajaba al cien, y le inspiración me llegó, les cuanto el punto cúspide:
 
- Yo: Ok Vane, tienes razón, pero piensa que eso me dará el derecho de pedirte en el futuro que tu también dejes de hablarle a alguien que no me agrade:
Vane detuvo su andar un segundo, me miró con ojos sorprendidos y volvió a andar en el camino, mi truco había funcionado.
- Vane: ¡y! ¿a quien quieres que le deje de hablar?
- Yo: A nadie por el momento, pero en el futuro tendría todo el derecho de hacerlo. Además, no es ético dejar de hablarle a alguien así como así, por instigación de otra persona, eso no es ético.
- Vane: ¡Tú y tu "Ético", ¡Ya! si ella te interesa más que yo vete con "tu amiga"
Ese momento era importante, ya la había destanteado, además había puesto al frente el que no iba a dejar de hablarle por un capricho suyo, las cosas podían voltearse, ella decidió irse, era el momento de volver otra vez las cartas a mi favor, así que en cuanto ella hizo el ademán de darse media vuelta e irse, la tomé de la muñeca y le propine un sorpresivo pero firme y tierno beso, dándole a entender que yo tenia el control, pero que me encantaba estar con ella.
- Yo: Nadie me importa más que tu, te adoro y me encantas, y algo que admiro de ti es tu madurez.
- Vane: No me quieras atrapar con tu verbo.
- Yo: En verdad, creo que eres una persona muy madura, y te admiro por eso.
- Vane: Esta bien, déjale de hablar... hasta que se le quite los sangrona.
Bien, a veces, para ganar hay que perder, hasta aquí ya había llegado a un acuerdo, las mujeres son seres caprichosos y violentos, la tormenta había cedido un poco, mis opciones eran portarme dominante y decirle que no, que se haría lo que yo quisiera, pero con una relación que apenas inicia, y con las mujeres independientes de hoy, lo más probable era que ella decidiera irse, mi deber además era respaldarla, por algo es mi novia, y siendo justos, Diana si se había portado mal, sin que Vane hubiera dado pie a tal evento, ella estaba pujando haciendo abdominales cuando ocurrió el evento, también yo tendría que hablar con ella, para ser justos.
- Yo: Ok, le dejare de hablar, hasta que se le quite lo sangrona, pero no dejaré de hablarle a cada persona que se te ocurra. - y antes de que la tortilla se volteara, le di otro beso sorpresivo y profundo, muy tierno, y para asegurar el resultado le dije al oído: te quiero mucho Vane, en verdad significas mucho para mi. funcionó me respondió con otro beso tierno y efusivo, y la plática se olvido.
 
Yo por supuesto tuve que cumplir mi palabra, pero sin ser grosero con Diana, odio fingir no ver a alguien, o ser grosero con quien no lo merece, me molesta, así que mejor evitaba las situaciones donde podría darse el caso, eventualmente hable con Diana, y todo se resolvió, se que algunos me dirán que un hombre no debe ceder ante los caprichos de una mujer, pero también creo en la política y la diplomacia, y en el poder de la negociación, eso nos diferencia del resto del reino animal, Hay que recordar además que las mujeres son olas, y las olas no se resisten, se surfean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario