Grock tenía la mirada fija en el valle de más abajo, allí, un grupo de renos pastaba brindándose protección mutuamente, ajenos al peligro que los acechaba, un grupo de cazadores les preparaba una emboscada. Al lado de Grock se encontraban otros cuatro hombres, contemplando la escena, planeando como cortarles el paso una vez que pudieran rodearlos para capturar al más débil de ellos, y llevar una buena cantidad de nutritiva carne a sus esposas e hijos, y el resto del clan, llevaban ya dos días fuera de la caverna que era la guarida del clan, y el hambre los atenazaba, Grock tenía toda su atención centrada en la pequeña manada de renos, cualquier distracción, cualquier error y estos escaparían, dejándolos con hambre, y reduciendo aún más sus reservas de energía.
El cerebro de Grock analizaba con cuidado cada detalle, uno por uno, hasta encontrarle una solución, se sentía orgullosos de su habilidad para orientarse en medio de la espesura del bosque, sin más referencias que las sombras que proyectaban las ramas sobre el suelo, el jamás se perdía, y podía vivir de lo que la tierra le daba, el solo si era necesario, en ese momento su mente estaba concentrada en solucionar el problema de como atajar el paso del reno más joven cuando corriera por el único paso que estaba libre... tal vez si Urkan, otro de sus compañeros, corriera hacia el centro, el joven reno trataría de huir en sentido contrario, y al darse cuenta que el reto de la manada huia por el sendero, el lo haría también pero con retraso, eso les daría la oportunidad que necesitaban, se comunicaban sus pensamientos en voz baja, solo cuando era necesario, para intercambiar información útil... Si, casi lo tenía... en ese momento llegó Rastan, distraído, hablando en voz alta de lo divertido que había sido encontrar uno hongos azules al pie de un pino, eso hizo que la manada de renos huyera antes de que la trampa hubiera sido completada, dejando el valle vacío, Los cinco hombres lanzaron a Rastan una mirada furiosa, atrapar una presa valiosa les llevó otro día y medio, además de quedarse esa noche sin cenar... Rastan murió en un extraño y lamentable accidente, en el cual no "pudieron" ayudarlo, pese a sus esfuerzos, ya no podría transmitir sus genes parlanchines y dicharacheros a la siguiente generación.
Nurian, la esposa de Grock, salió como cada mañana a recolectar frutos del bosque, acompañada por las demás mujeres del clan, a medida que avanzaban, intercambiaban ideas e impresiones acerca del estado de los frutos, de donde habría más, de lo difícil que era cuidar además a los niños, por eso los encargaban con las más jóvenes del grupo, de las dificultades que habían tenido con las mujeres mayores, de los hongos que encontraron al pie de unos pinos, al mismo tiempo platicaban que cortaban una bayas, observaban los arbustos cercanos y cuidaban del bebe colgado a sus espaldas, su mente podía atender varias cosas al mismo tiempo. Cuando Nictan sintió la necesidad de atender sus necesidades fisiológicas, le pidió a Nurian y a Olgan que la acompañaran, pues entre las tres podrían darse más protección si aparecía una criatura salvaje, o un grupo de hombres de algún clan vecino.
Al regresar, reemprendieron al marcha, sin un plan preestablecido, simplemente deambulaban por donde mejor les parecía, dentro del clan había tres grupos de mujeres que tenían continuos roces entre si, a pesar de ello, cuando se encontraban las caras y hombro con hombro intercambiaban cordiales saludos, aunque al darse la vuelta hablaban pestes de ellas a sus compañeras, era el precio de convivir en un grupo de intereses: tenían que aplicar la política y la diplomacia, para obtener información valiosa, como el hallazgo de más frutos, las fricciones con el tercer grupo, los nuevos chismes, etc, también estaba Geldan, una chica no muy común, introvertida, orgullosa, hablaba poco, tenia grandes cualidades como cazadora, y eso le molestaba a las demás, no querían tener con ellas a una mujer que actuara como un hombre, por lo mismo, hablaban pestes, verdades y también mentiras de su comportamiento a los demás hombres del clan, de modo que los jóvenes no se acercaban mucho a ella a pesar de que era medianamente atractiva, haciendo eco de los comentarios del las otras mujeres, finalmente, Geldan jamás se enteraría de que había algunos chicos interesados en ella, tenía fama real y no real de que era extraña, y jamás obtuvo pareja, a sus 23 años ya era toda una anciana, contemplando que moriría a los 30, sus genes reservados e independientes no se transmitirían a la siguiente generación.
Hombres y mujeres vemos el mundo de manera diferente, eso es algo que todos alcanzamos a ver, pero a veces las implicaciones de esto son más difíciles de llevar de lo que podría parecer.
La evolución nos ha llevado por caminos totalmente diferentes, que nos han permitido cumplir por generaciones y generaciones, milenios y milenios con nuestro rol social, y llevar adelante a nuestra especie, con tanta efectividad que ahora dominamos el planeta como especie, ahora que hay más apertura y libertad de actuar ya que las grandes poblaciones permiten una flexibilidad que simplemente no es posible en las pequeñas comunidades de cualquier tiempo y lugar, unas cuantas décadas no pueden cambiar la naturaleza que llevamos dentro y que nos ha conducido por cerca de dos millones de años.
El hombre es reservado, independiente, autosuficiente, discreto, a veces malhumorado, serio cuando se requiere, la mujer es delicada, dicharachera, indiscreta, observadora, de estas dos naturalezas surge una serie de conflictos que muchas veces provoca malentendidos, aquí muestro los que a mi experiencia son los más comunes, y las posibles soluciones:
1) ¿Y que más? Vs SI-No
A Ella no le para el pico de hablar, te platica de mil eventos y de detalles de sus amigas, y ante sus preguntas tu solo atinas a decir Si o No, hasta que ella pone cara de molestia, al principio tu también tenías mucho que platicar, y no es que seas falso, sino que tu naturaleza de hombre se impone y ya no hablas tanto, solo lo necesario. Ella espera que le cuentes tus miedos, tus ilusiones, las emociones que te desato tal o cual evento, que a cada pregunta que haga tu le respondas con un largo e interesante comentario que la deje fascinada y con ganas de más, en cambio, recibe un si. o un no de nuestra parte, resultado: muchas mujeres se quejan de que desearían que los hombres habláramos más, ( y yo me cuentos entre estos, lo admito) claro, hay hombre que hablan hasta por los codos,
y a ellas
les resultan encantadores... hasta cierto punto, una mujer no puede resistirse
a un hombre que es un hombre y verás que a veces se quejan de que su chico
habla más que ellas, y en otras ocasiones andan con tipos que no hablan mucho,
pero entre ellos existe una química especial, que es lo que importa, en
resumen, he observado que en general, el hombre debe intentar tener una platica
interesante y atrayente, a la par que divertida, pero jamás hablar más que
ellas, los hombres siempre tenemos que decir menos palabras que ellas, o las
acabaremos abrumando. Además. es divertido crecer uno mismo para ser
interesante, observar como la demás gente se siente atrapada por tus palabras
te da un poder muy grande, aunque es difícil cultivarlo,... a mi me ha costado
mucho, pero los resultados son gratificantes.
2) ¿Por
qué no preguntas? Vs No lo necesito
Los dos
muy monos, de pipa y guante listos para la fiesta de alguno de un familiar o
conocido de alguno de los dos, pasan los minutos, los decaminutos y luego las
medias horas, sin que lleguen al sitio destino. ella ya un poco molesta le dice
a el ¿Por qué no preguntas como llegar?........¡¡¡Queeeeee!!! eso atenta contra
uno de nuestros principios básicos como hombre, el saber orientarnos sin ayuda
de nadie, es nuestro orgullo y nuestro instinto, el preguntar como se llega a
algún lugar equivale a aceptar nuestro fracaso como cazadores, aunque
inconscientemente no lo veamos así, en el fondo de nuestra mente nuestro dios
cazador interno nos lanza una mirada incrédula... preguntar como se
llega... ¡no necesitamos a nadie!, si acaso un mapa, y eso solo para confirmar
datos... ellas acostumbradas a intercambiar información no lo entenderán,
pensaran que somos unos cerrados y unos obtusos, que al final viene a
significar lo mismo, pero es que para nosotros eso es más que una ofensa,
atenta contra nuestros instintos básicos, en fin.... de vez en cuando conviene
preguntar, si acaso por evitar conflictos mayores, sobre todo con nosotros
mismos, y con nuestras compañeras, de todos modos, la selva de concreto tiene
más pasadizos que la selva silvestre, y eso afina nuestros sentidos para
próximos eventos similares, en todo caso, prepara y estudia la ruta de
antemano, para que la contrastes con tu instinto en la experiencia real, y la
impresiones, los impresiones y te impresiones con tu habilidad de orientación,
total... lanzarse a un lugar sin tener una idea mínima de donde se está es de
idiotas.
3) Las
compras: Ella da mil vueltas observando y observando, midiendo y comparando Vs
me compro lo primero que me quede.
Su
instinto de recolectora puede más que ella, da mil vueltas a la plaza, mira y
mira, observa y observa, pide esa prenda y esa otra, se las mide y se las
vuelve a medir, al final no se lleva ninguna, recorre la plaza entera y al
final de la tarde vuelve por esa prenda del principio, o por aquella otra del
final, o esa otra del medio, solo para decidir que necesitara otro viaje igual
para complementarla con un par de zapatillas, o unas botas, o una
blusa... a la cual habrá que complementarla de la misma manera,
resumen: ellas jamás completan su guardarropas, aunque el closet esté a
reventar, es su viejo instinto de recolectoras, analizan las cosas de la misma
manera que evaluaban los frutos.... y con nosotros hacen lo mismo, nos probaran
y nos volverán a probar, y evaluarán a otros, antes de decidir que somos los
correctos y los mejores, no lo dudes.
Nosotros
en cambio vamos a lo que vamos, no perdemos el tiempo, y acompañarlas a
comprar, aunque a veces resulta divertido, si se repite a menudo resulta
abrumador, por no decir fastidioso, nosotros vamos por la camisa que vimos el
otro día, o por aquella que mas se parezca a la que le vimos al tipo del
comercial, al de la foto o al que vimos el otro día en la calle... si, allí
está... que sea nuestra talla... si... me queda, y eso es todo, nuestro guardarropas
esta completo en cinco minutos, y nuestra idea de comprar ropa nueva es un par
de calcetines y dos playeras, solución: no esta del todo mal ser un poco
selectivos, tal como ellas son, vuélvete más exigente y evalúa tus prendas con
más detenimiento, busca tener clase y buen gusto, ellas lo notaran,
aunque no caigas en la trampa de volverte una mujer con pene, y aunque a veces
resulta agradable que ella te elija una prenda o te haga observaciones sobre tu
estilo, no dejes que te haga a su modo, eso sería un grave error.
A ella
acompáñala con paciencia en sus recolecciones, se comportará contigo como su
instinto se lo marca, pero no dejes que se vuelva una rutina, usa la psicología
y aplícaselo como un premio, que sea ocasional, ella te verá como un caballero
y no te perderá el respeto.
4) Contar
los problemas mutuos: ¡No me escuchas! Vs ¿entonces para que me preguntas?
Ella
busca socializar y crear lazos mediante su conversación, tu buscas intercambiar
información útil, de nuevo la recolectora contra el cazador, para ella hablar
es una forma de estrechar lazos y fortalecer relaciones, ella habla simplemente
porque si, porque le gusta y porque no tiene un objetivo en si, simplemente
habla por hablar de cualquier cosa, mientras te mira a los ojos, tu solo dices
algo cuando ese algo representa información útil con la cual se puede hacer
algo, hablar demasiado espantaría a tu presa, cuando ella te cuenta algo
simplemente quiere que la escuches, para ella esa es una forma de liberar
tensiones, si su jefe la ha regañado por algo que salió mal en el trabajo, o si
la jornada estuvo muy pesada, o si tuvo un roce con su peor enemiga o un
conflicto con su amiga, simplemente espera que la escuches, sin juzgarla ni
criticarla, y sin proponerle soluciones, solo que la escuches de manera
autentica e interesada, esa es su válvula de escape... pero ese es el principal
problema a la hora de comunicarnos con ellas, como para nosotros la información
es útil, tu tratarás de palntarle soluciones porque eso es lo que hacemos los
hombres: craso error, ella pensara que no la escuchas, máxime si la
interrumpes, puede que escuche tus propuestas de solución, pero solo las
escuchará, unos días después te vendrá con el mismo problema y los mismos
acontecimientos, y tu le dirás ¡ porque no hiciste lo que te dije? ¿entonces
para que me pides mi opinión? ¡ALTO! ella no te pidió tu opinión, solo quería
que la escucharas, al final hará lo que sus santas faldas quieran y si le sale
mal te lo dirá porque te tiene confianza, porque eres su hombre y alguien muy
especial para ella, tal vez la persona más importante para ella en este mundo,
pero no te pidió tu opinión ni consejo, eso tenlo claro, así son ellas.
Por lo
mismo, ellas esperan que cuando tengas problemas se los cuentes, cuando te ven
dubitativo y concentrado, ellas pensarán que tienes un problema, y bajo su
propio esquema esperan que les cuentes, creyendo que funcionan igual y que eso
será una válvula de escape para ti, pero no saben que tu desde tu montículo
estas pensando como solucionar las cosas, y solo dirás algo cuando consideres
que es información útil y que ayudara a solucionar el problema, cuando le
cuentas algo a alguien implícitamente le estas pidiendo consejo, reconoces que
confías en su experiencia y pericia, y para el es un honor decirte su punto de
vista, ya que los hombres arreglamos solos nuestros asuntos... así que te lo
guardarás para ti mismo, y ella esperara que se lo cuentes, cuando te vea pensativo y
no se lo cuentes, pensará que no le tienes confianza, y/o que te guardas las
cosas para ti, en su cerebro femenino esto no tiene lógica, y se quejara de que
no confías en ella, tu te molestarás porque ella te dará soluciones o
propuestas de soluciones a tu parecer absurdas, pero es que ella solo busca
escucharte, ... si, complejo, muy complejo, y este creo que es el punto donde surgen más
malentendidos que en cualquier otra situación...Solución: cuéntale tus
problemas pequeños, asé sentirá que confías en ella, pero no los grandes, busca
un momento para solucionarlos como sabes, desde tu montículo, pero no estés en
tu montículo de cazador mientras ella esta junto a sus arbustos de recolectora,
porque chocarán de seguro, cuando ella te cuente problemas, escúchala
atentamente, pero no busques darle soluciones, o si lo haces, ten en cuenta que
le entraran por un oído y le saldrán por el otro, y que no los seguirá, que al
final hará lo que ella quiera, y después te volverá a contar las buenas
nuevas...
Tal vez
haya quien me acuse de superficial... pero las cosas son así, esa es la verdad,
y asi es como funcionamos, como amigo te lo digo...
Saludos,
Xiuhcoatl.
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