No soy un experto, ni un maestro ni un gurú de la seducción, soy un hombre normal, con sus problemas diarios, sus dudas y sus dificultades, sus gratificaciones y sus alegrias, digamos que soy el soldado, que cada que sale de un combate, lo hace bien librado, pero lleno de raspones, sangrado y y con contusiones, por eso te puedo hablar con experiencia, mas que con autoridad, de lo que pasamos a diario los hombres.
Y por eso te puedo decir que en efecto, es cierto el dicho de que entre más la persigues, mas la alejas.
Me gustan las chicas altas, inteligentes y atractivas, algo desafiantes, por eso es que a veces me hacian sufrir, o más bien me gustaba sufrir un poco por ellas, no porque ande tras ellas de arrastrado, sino porque por su mismo carácter, me ponen retos que a veces me ponen en aprietos, en este caso, recuerdo que mi novia, una mujer de mi pasado que ha regresado a mi, Jen, en ese tiempo se había molestado conmigo, bueno, pues como siempre me ha interesado realmente, trate de hacerle ver que no tenía caso que se alejara de mi, que se molestara, a veces creo que si es necesario dejar el orgullo y exponer el pecho coy los sentimientos: menudo error, invariablemente se alejan.
Esto me llevó a hacer una analogía, su carácter independiente me recordaba a una yegua salvaje, indomable, ¿como domas a un ser indomable?... no puedes hacerlo, sencillamente no puedes domarlo, lo haces tu amigo, te ganas su confianza , dejas que se acerque a ti, y con suerte te haces su amigo, asi volverá a ti una y otra vez, sin ser tuya realmente, asi es como los araucanos domaban a sus caballos, es tambien lo que Robert redford dice en esa hermosa pelicula titulada "el señor de los caballos", o lo que Vigo Mortenssen dice en "Oceanos de Fuego", cuando le preguntan como domó a su caballo, responde, "nunca lo hice"
Asi que despues de intentar varias veces convencerla de que no se alejara de mi, al final, tras sus negaticvas me harte y comenzó a darme igual, me aleje yo de ella y me mostre más indiferente, amable pero indiferente, porque en efecto las cosas comenzaron a darme igual, pero sin ser reactivo ni enfadarme, al contrario que los días anteriores, para mi sorpresa ella comenzó a acercarse a mi otra vez, igual fui amable, pero sin dejar la relativa indiferencia, en efecto, ese ser indomable, se fue acercando, por supuesto hacia cosas que se sintiera bien a mi lado, por eso volvia.
Una vez, llegue a su casa a platicar como si nada, amistosamente, pero sin generar ningun acercamiento, en un momento dado me dio la espalda, y mientras cocinaba, me acerque a ella, y la abrace por detrás, no se resistió, comence a besarle el cuello y la nuca, y ella respondío, ese mismo día volvimos.
En efecto, lo que tanto aconsejan los maestros de la seducción, y los amigos comunes es cierto, entre más la persigas, más la alejas, intenta perseguir a un caballo que no te conoce, y verás como se aleja de ti, y si corres tras el, el correrá más rápido, dale tiempo de que te conozca, ganate su confianza, y verás como se acerca a ti por curiosidad, haz cosas atractivas, y estará contigo, será tu amigo, dejara que lo montes, sin que logres domarlo.
No comparo a los seres humanos con caballos, aunque sin duda muchos caballos son mejores que muchos seres humanos, pero si me refiero a que un ser indomable no puedes domarlo, y funciona tambien con las relaciones, si tu pareja se aleja de ti, dale tiempo, espacio, no la atosigues, de verdad, es más probable que se vuelva a ti si no eres reactivo ni violento, si no le reprochas nada, y dejas que te extrañe, no es una seguridad, pero eleva mucho tus posibilidades.
Saludos: Xiuhcoatl
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