Si algo he aprendido, es que eso
de que las mujeres nos prueban es más que cierto, mucho más que cierto, si
quieres tratar con una mujer, debes estar preparado para que te prueben, y no
digo en la cama si es lo que tu cochambrosa mente está pensando, sino de que te
prueben, para ver de que pasta estas hecho, y y si respondes como se debe, de
esto dependerá mucho el que una mujer te acepte o no… y lo peor de todo, a
veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos siendo probados.
En mi caso, desde que soy
consciente de ello, también soy más consciente de sus pruebas y de como lo
hacen casi todo el tiempo, la única forma de evitar que te prueben… es haciéndolas
reír, cuando las haces reír, se olvidan de estarte probando, bajan las defensas…
a eso ellas le llaman sentirse cómodas, en pocas palabras, se olvidan de que desconfían
de ti, o si no de ti, de que actúes como lo que ellas desearían.
¿Cómo te prueban las mujeres? De muchas
formas… las principales son A) mirando tus reacciones en cualquier situación y
B) provocando situaciones que hagan que te puedan medir. No lo hacen de manera malévola,
ni siquiera consciente, lo traen de fábrica, lo traen en el disco duro, y se
activa junto con el programa de arranque y el sistema operativo, en cuanto
conocen a un hombre que tiene el potencial de ser su pareja, lo estudian, esto
no lo hacen con sus amigos, solo con sus potenciales parejas.
Desde que te acercas a ellas,
ellas te analizan, miran como te desenvuelves, si eres seguro de ti mismo, si
te impones a los demás, si eres limpio, si en tus gestos se marca la mentira,
el miedo o la desesperanza, ellas te miran a los ojos, y leen cada gesto, cada
arruga, miran a través de tus pupilas, y adivinan tu alma.
En cambio, nosotros los hombres
eso se nos pasa por alto, un rostro diciendo “hoy hace mucho frío” es solo un
rostro diciendo “ hoy hace mucho frío”, la mujer mira la curvatura de las cejas
para ver si trata de ser agradable, o solo lo dice por ser amable, o en
realidad tiene frío, o es una mentira para correrla, mira si se arregló el
cabello, si se lavó la cara, si se cepilló los dientes, mira su aplomo, su
porte, si acaso existe alguna intención o sentimiento guardado detrás de la
frase, ya sea bueno o mal,
bienintencionado o malintencionado.
Y ese es el problema, en el día a
día, ella observará como reaccionas cuando el tipo de al lado te pasa
empujando, dependiendo de su carácter, ella esperará que reacciones como
hombre, y al menos le reclames, si una
chica le hace un comentario malintencionado, ella espera que seas lo
suficientemente “observador” como para darte cuenta y en consecuencia
defenderla y apoyarla, cosa que los
hombres pasamos desapercibidas normalmente, y más porque no practicamos el lenguaje indirecto como
ellas.
En otro caso la notarás algo
extraña, un poco más aprehensiva, más nerviosa, más agresiva, “más loca” que de
costumbre, te sacará de tus casillas, te orillará a ser agresivo, sumiso, te
hará bromas crueles, te intentará poner celoso, se reirá a tus costillas, te
presionará para que tomes una decisión, te recomendará como vestir, como manejarte,
como conducir tu auto, que contestarle a la gente, esperando que actúes tranquilo
y la “ignores”, no en el sentido literal, sino haciendo sus intentos a un lado
y actuando tranquilamente y con aplomo como tu lo decidas, entonces, por
contradictorio que te parezca, entre menos tomes sus insinuaciones en serio y
seas más tranquilo y fuerte psicológicamente, ella se sentirá más atraída hacia
ti, pero si haces lo que ella dice, cosa curiosa: se desencanta, y una de dos o
te manipula de ahí para delante como su pareja que eres, o te manda al diablo y
te cambia por alguien cn más pantalones, si , de verdad, por eso es que muchas
mujeres se aburren de los que las rondan y hacen lo que ellas piden, ellas
desean un reto, alguien a quien domar y que no se deje.
Todo esto es un mecanismo de
selección sexual, en el fondo de su cabeza pasa algo así como: Si yo puedo
manipularlo, que no tengo fuerza, y que soy su compañera, que no le harán otros
hombres y mujeres, este es un títere en manos de otros, no, no me conviene, no
quiere a alguien así para padre de mis hijos, adiós…. Y notas como al paso de
los días ellas se distancian.
Por ello, amigo mío, sin volverte
paranoico, piensa que las chicas te están probando todo el tiempo, ello te
ayudará a estar consciente de ello, y a responder mejor a sus embates, como:
siendo tu mismo, contéstales con un chiste, sonríeles cautivadoramente, pero
toma su consejo o su mal humor, mételo en un sobre… y tíralo en la primer
coladera que encuentres.